Saltar a la sombra con el alma en llamas,
Estrellarse de luna a luna, en la madrugada negra de la
muerte muerta lejana al viento.
En mi mano se cobija la niebla. Soy un espejo incendiado- de
hilos rígidos opresivos.
Alma, alma pequeña, alma mía, resígnate al dolor, déjate
caer, enlázate al frío reflejo de la luna, alma mía, alma en pena, déjate
arrastrar por este oscuro torrente silencioso y sutil.
Me vi caer, caer sin fin, alguien me aguardaba mientras
caía. Mientras caía sin fin vi a alguien que me aguardaba y era yo.
Describir con
palabras de este mundo
A la somnolienta que devora su propio corazón,
Y lo que yace ajeno a los funerales del mar:
Esta viajera se iba sin quedarse explicando su propia muerte.
Esto se llama intento de aceptación de una enfermedad.
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