Me llevó unos cuantos días (casi un mes) hilvanar todas mis ideas, y conectar todas las emociones y sentimientos. Además de separar lo que no debía estar en el medio.
Cuando miro para atrás tengo mi propia imagen, yendo en el taxi ese día lluvioso. Veo mis ojos en el espejo retrovisor y mi sonrisa. Una mueca que hice, porque por primera vez en mucho tiempo me había hecho una promesa a mí misma: Sea lo que sea que me encuentre cuando me baje del taxi, desde ese preciso momento en adelante, seré yo misma en absolutamente todo.
Fueron meses de vacío emocional, de encontrarme con cosas lindas, pero muy vacías. Hice esfuerzos para poder establecer un vínculo emocional con el, tuve miedos y lloré por las noches. Me sentí juzgada, no aceptada, falta de amor y compresión, sentí que nunca me habían escuchado en mi vida. Me destrozó que haya hecho reaparecer mis monstruos de la infancia solo para irse y dejarme sola con ellos.
En estos meses también conocí a Misa, una amiga de el, que hizo en poco tiempo un puente multicolor hacia mi persona, que escuchó y acepto como soy y como deseo ser con ella. Básicamente ella hizo todo, y aún más, de todo lo que podría haber hecho él. Creo que ella es la primer persona en muuuuchos años, que logra que establezca un vínculo afectivo tan rápido. Cuando la veo, paso tiempo con ella, cuando opina, la manera en que es conmigo, hizo que hoy en día mi corazón sea feliz cuando digo que es mi amiga. Y adoro contarle a la gente que se me acerca de ella. Realmente siento, que si tendría que volver a pasar todo lo que pase con Leandro para volver a conocerla, lo haría, pura y exclusivamente por ella.
Creo que ser yo misma hizo que ganara una excelente amiga y persona, y por otro lado me sacó de encima alguien que nunca me quiso. Ser consciente de esto, me preocupó un tiempo, porque tenía miedo de no poder disfrutarlo por mi problemita. Y todavía me preocupa, así que este tiempo tmb ejercité mis capacidades de demandar y extrañar, además de incluir más, para que ni ella ni yo nos veamos afectadas por mi depresión. Si, cuando digo que realmente quiero hacer las cosas bien, y quiero trasmitirle al resto las cosas buenas que siento, lo digo en serio y con todo el compromiso. Así que tener esta "meta" en mente, además, me ha hecho sentir muy tranquila. Y no, no es para nada fácil socializar para mi como podrán darse cuenta leyendo xB Pero bueno, Misa me ha traído mucha tranquilidad y compañía sana, eso y todo lo demás es mérito de su persona tmb :D
Con respecto a Leandro, la última vez que lo vi fue hace casi 1 mes. Y no me arrepiento de que se haya ido. Estaba enferma, con resfrío y vino a hacerme el aguante con pastas y un postre. Hablamos, vimos una peli, y lo abrace para saber si sentía algo. Cuando lo abrace lo único que se me vino a la mente fueron esos 3 meses de que no me hable, de haberme quebrado afuera de su casa y que a el no le importe, de que decida por mi y no me escuche, de todo el vacío que sentí a su lado, y lo difícil que es aceptar que no te quieran y te mientan. Casi me quiebro hablando con el, casi, porque ya no confiaba en el como para llorar. Ya no confiaba en su persona como ser humano. Cuando escuche "tengo que aprender a estar solo", me dí cuenta de que además de cruel por todas las cosas dolorosas por las que me hizo pasar sabiendo que tengo depresión, es un ser humano tan cobarde como para no decirme en la cara que no me quiere y pedirme unas merecidas disculpas. Creo que si hubiese sido mas sincero, al menos lo podría haber considerado como "amigo", pero ni siquiera para eso tiene valor humano. Así que en ese momento, decidí que había llegado la hora de abrirle la puerta para que se vaya. Lo anoté, lo anote todo, para jamás olvidarme. Porque me suelo olvidar cuando son pésimos conmigo y suelo cometer el error de no darle importancia solo para volver a pasar lo mismo. Abajo de la anotación se lee "ya no me puede hacer daño porque no siento más nada. Debe ser horrible ser él en este momento, pero estoy de este lado y soy fuerte". Lo anoté, pasé de hoja y cerré el cuaderno.
Y luego conocí a Mauro. El llegó bastante roto, con frío, los ojitos tristes, pero con una mirada muy tierna y cálida. De entrada me dijo "esto soy yo, esto es lo que me pasó". Y se sentó a escucharme como si fuese una narradora de cuentos fantásticos. Me levante un par de veces para hacer mate del futon donde estaba sentada, y el se giraba para escucharme o me seguía por el depto. Estaba bastante sorprendida, creo que más de una vez me moví a propósito para ver si me seguía, porque no lo podía creer. Cuando lo conocí, me dio la sensación de que era una persona que tenía banda de cosas para dar pero que no lo habían dejado hacerlo. Ví mucho dentro de el, mucho cerrado y contenido. Cosas y más cosas latentes. Así que me permití seguir siendo yo misma, totalmente abierta. Pero bueno, soy lenta, demasiado. Me cuesssta forjar el vínculo emocional. Tengo fe en poder lograrlo con Mau, por como es él. Estoy tratando de que mi necesidad de sentirme super protegida y los monstruos no se mezclen ni se metan al medio. Por ahora, está todo tranqui y estoy muy contenta. Espero que todo siga así de natural n.n
Con la vida también, me encanta tener emociones normales y poder disfrutarlas, sean buenas o malas. Me parece re sano. Y tmb me encanta ser capaz de elegir la gente que quiero a mi lado y a quienes no.
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