Ahora entiendo mi publicación anterior. Estuve pensando estos días, tomando distancia de mi crisis depresiva. Y sí, era miedo. De todas las hipótesis que barajamos en casa, la del miedo creo que es la más acertada.
Anoté todo esos días y puedo leer claramente como fui descendiendo al infierno depresivo. Y la primer cosa que estaba mambeando mi cerebro fueron los sueños feos con una persona de mi pasado. Había anhelos, angustia, la aparición de esa persona que tanto mal hizo. La invasión, el rechazo, etc. Era todo un desplazamiento de mi situación real: ¿Y qué hago si me pasa lo mismo?. Luego, llegó el señor L (vamos a llamarlo así) a visitarme. Estuve contenta los 10 días más o menos, hasta que note un descenso de mi libido y como una abstracción mental en los últimos días. Puedo asociar el descenso de mi deseo sexual, a que en parte quería darle lugar a él. Dejarlo que decida un poco que hacer en esas situaciones, y por otro pienso que mmm a lo mejor ya se había empezado a desarrollar la crisis depresiva.
Había cosas que me estaban diciendo que yo no estaba bien, como cuando se fue. A la hora de irme a dormir que no me arrope me hizo sentir profundamente triste. Yo se que no tiene sentido racional sentirse mal por algo así. Pero después de pasar tanto tiempo pegados, sabiendo que la mayor parte del tiempo estoy solo con la gata, debe haber contribuido.
Me acuerdo de mi psicóloga, y de las cosas que me ha señalado con anterioridad, respecto de las emociones o sensaciones que no conozco, y que tengo q aprender. Como es el caso de "sentirse solo cuando alguien que queres se va" porque no es el mismo tipo de soledad que siento normalmente, con la cual estoy cómoda y no le veo nada de negativo. Es la sensación de que de golpe se fue, no está más ahí. Y pude haberla asociado totalmente a los traumas de chica: tener angustia y estar sola. Tengo la imagen todavía de mis cancanes blancos y mis suecos azules. De haber estado triste mirando el piso por horas y que mis padres no estén.
Me acuerdo que en esos días de crisis después de que el señor L se fue, me senté mucho en el piso- a lo mejor de forma simbólica. También recuerdo la angustia, y el dolor en el pecho, estómago que se extendía hasta mis manos. La sensación es como una ola de alfileres que te recorre el cuerpo (supongo que es por las terminaciones nerviosas). Esta vez sentí el dolor bastante real. Los pensamientos que tuve fueron más o menos los mismos de siempre, contradictorios, martillantes, suicidas. Así que quiere decir que mi enfermedad no evoluciono, lo que es bueno.
Empece hablando del miedo. y es básicamente a lo que se resume toda la crisis: Estar triste y estar solo. Miedo a que en cualquier situación angustiante te den la espalda. Como ya me ha pasado muchísimas veces. Miedo a que te digan "no estoy a la altura". Porque detrás de eso se esconde la verdad: no te quieren realmente, no les interesa aprender de eso, no te aceptan como sos. Detrás de esas palabras crueles está lo poco que pueden dar de sí mismos, la realidad del ser humano que son, la pobreza que podes esperar de ellos. Y lo digo con toda la experiencia, porque no me pasó una sola vez, me pasó tanta veces como para tener la certeza de que es así. Y que frente a eso yo tengo que enfrentar mi miedo y seguir adelante. La psico temía que ese miedo se me vuelva patológico, pero yo dudo. De alguna manera la crisis depresiva me estaba alertando, y por más que estaría bueno que no llegue a deprimirme, me ha ahorrado mucho más de lo que yo pensaba. Y si no fuese porque soy visionaria, y porque me quiero, supongo que guardaría mucho rencor. Pero en cierta forma entiendo, y estoy dispuesta a aprender de aquellos que me quieran enseñar.
Gracias por leerme n.n
Saerwen
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